10. Leonidas y Calisto: Reclutamiento.

por **Astrid** Lun Ene 16, 2017 11:53 am

Recuerdo del primer mensaje :

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ALGÚN SITIO EN GRECIA

El lugar se siente frío. Hay escasa luz proveniente de un dos focos ubicados en el centro del sótano. No hay ventanas ni nada que de vista al exterior. Las celdas están separadas por barrotes (y no por la pared que se ve en la imagen).

por Cendrillon Mar Ene 24, 2017 2:56 am

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Leónicas nunca terminaba de sentirse completamente bien con la situación que estaba viviendo y con lo que le tocaba vivir a Calisto, pero de todos modos su presencia lo hacía sentirse mucho mejor de lo que se sentía estando solo y portarse de manera más estable. Ya habían pasado un par de semanas de la primera vez que Calisto fue llevado por los hombres que los mantenían secuestrados y estaban lado a lado hablando.

—Pues admito que me causan curiosidad. Esas formas que me describes no puedo figurarmelas en la cabeza pero siento que si las viera todo me cerraría —confesó pensativo—. ¿Qué crees que podría haber del otro lado? ¿Esos círculos irradian calor o algo por el estilo? ¿Crees que podrían lastimarte, quemarte o algo así? —meditó en voz alta pensativo.

por Yaiza Mar Ene 24, 2017 7:54 am

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El chico le sonrio a su interlocutor antes de contestarle-Estoy seguro de que en algun momento podre hacerlo frente a ti, sin presiones y eso- le dijo con tranquilidad tocando uno de los hematomas que sabia que tenia en su brazo, bajo la ropa.-No se muchas cosas, si ellos saben algo no me lo han dicho, sabes que no te hablan mucho que digamos, pero no estoy seguro de que irradien calor, no he sentido algo asi por lo que no me figuro que quemen, pero es un poco difícil de imaginar- comento pensativamente

-Bueno supongo que para eso son las pruebas, y como no hay precedentes no se puede estar seguro de que hacen, solo espero que no sean peligroso- dijo antes de mirar a su acompañante-Me sigo preguntando porque te siguen reteniendo aquí si no quieren averiguar nada mas de tu condición de eslabon, ojala te liberaran asi no tendrías que estar en este frio lugar-

por Cendrillon Miér Ene 25, 2017 3:18 am

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Leónidas asentía pensativo a todo lo que Calisto le venía diciendo hasta que llegó a su comentario final. Este hizo que Leónidas dejara por un instante de centrarse en sí mismo y lo mirase.

—Pues yo no quiero que me liberen —se apresuró a decir—. Yo no quiero salir de aquí sólo y saber que sigues aquí dentro. Ni en sueños. Prefiero estar aquí —confesó, mientras su cara poco a poco adquiría un tono rojizo—. Aún si no sé para qué me tienen, prefiero estar cerca de ti. Si me voy... no sé si volveré a verte. Así que prefiero que si me largo sea contigo —concluyó.

Su cara había adquirido un tono rojo bastante claro. En el último tiempo había desarrollado sentimientos sumamente fuertes hacia Calisto y disimularlo no siempre era fácil.

—Ojalá que sea cierto eso de que en algún momento te puede salir esos círculos arabesco cuando yo esté —dijo cambiando el tema como para alivianar la incomodidad del momento—. Me encantaría poder verlos de frente, me entusiasma mucho, al igual que eso de meter la mano... tienes razón en que puede parecer una locura, pero es simplemente curiosidad...

por Yaiza Miér Ene 25, 2017 4:41 am

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Las primeras palabras de Leónidas hicieron que Calisto abriera grande los ojos mirándolo con sorpresa, pareciéndole completamente ilógico que no quisiera ser liberado, pero con lo demás que dijo comenzó a entender al mismo tiempo que su rostro se ponía muy rojo hasta que tuvo que desviar la vista, era demasiado tierno y a la vez extraño, tanto que ni siquiera se le ocurrió que decir inmediatamente.

No sabia si era el encierro o el hecho de que al pensar que cualquier momento podía ser el ultimo, pero Calisto había sido mucho mas autentico con Leónidas de lo que lo había sido con ninguna otra persona, a el podía decirle exactamente lo que pensaba sin tener que preocuparse tanto por los sentimientos de el, además del hecho de que abrirse había ocasionado que se hubiera apegado mucho al pelirrojo que cada tanto soltaba frases de ese tipo confundiéndolo enormemente, sobretodo en lo referido aquel tipo de sentimientos le profesaba a su único acompañante.

-Estoy seguro de que si practico podría mostrártelo-dijo con las mejillas un tanto rosas y un tono casi timido-Solo es cuestión de paciencia- aseguro moviendo las manos como tratando de que apareciera algo frente a el, como en las pruebas de laboratorio que le obligaban a hacer-Supongo que yo tampoco podría vivir tranquilo sin volver a saber nada de ti- le dijo finalmente a Leónidas sin mirarlo muerto de vergüenza, pero tenia la política de cero mentiras.

por Cendrillon Miér Ene 25, 2017 4:59 am

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Ver que ambos estaban con las caras completamente rojas no hizo más que arrancar una sonrisa de los labios de Leonidas. Este miró a su acompañante con ojos tiernos mientras se mordía un poco la lengua de la emoción producida por sus palabras.

—Puedes prácticar tranquilo. Yo seré paciente. No tengo ninguna prisa de momento en irme a ninguna parte mientras que estando aquí... estemos juntos y eso te haga tan feliz como a mí —sentenció sonriendo de lado de manera indisimulablemente alegre, antes de moverse y atraer una de las manos de Calisto a través de los barrotes para besarla en el dorso mientras por una vez, se dejaba llevar puramente por sus instintos, sin contaminarlos con ideas ni nada más—. Te quiero mucho, Calisto. Gracias por estar a mi lado todo este tiempo —sentenció mientras se sentía sumamente enternecido por todo lo que había compuesto el comportamiento anterior del muchacho, al punto de poder decirle la verdad sin culpas ni tapujos: lo quería.

Lo quería mucho.Y estando encerrados tan cerca era como poco a poco, sentía como más se iba interesando en él y su corazón se iba entregando por cuenta propia.

por Yaiza Miér Ene 25, 2017 5:41 am

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Leónidas esta vez precio interpretar las palabras de Calisto como una señal para seguir diciendo cosas indiscretas, y con cada palabra que pronunciaba el chico se iba poniendo mas rojo al punto de pensar que toda la sangre de su cuerpo estaba en su rostro al momento en que su acompañante le dijo que lo quería y le besaba su mano, fue como si por un segundo toda esa energía nerviosa se distribuyera en sus manos y frente de si apareciera un circulo con arabescos anaranjados pequeño pero que lo dejo demasiado sorprendido.

Habia perdido el control de sus emociones y a la vez no, porque podía mantener controlado el circulo pero pasado el shock inicial de lo que acababa de suceder termino desapareciendo sin atinar a hacer nada, dejando detrás de si un sutil humo del mismo color.-De verdad apareció…- dijo sorprendido para girarse a Leónidas con una sonrisa -¡Enserio pude mostrártelo!-afirmo emocionado abrazandolo por entre los barrotes, ya los días habian logrado que se acostumbraran a interactuar a través de ellos.

Cuando se dio cuenta de su arranque de alegría se separo rapido de Leónidas-Eeeeh lo siento, me deje llevar- dijo riendo un poco-Pero pudiste verlos ¿Verdad que son raros?-dijo con una sonrisa mas bien nerviosa-Ah…esto no quiero cambiar de tema ni nada ni que quede como eso...soy tan malo para hablar de sentimientos- dijo casi lamentándose un poco por su falta de habilidad con ese tema-Pero también agradezco que estes conmigo y que me ayudes a no volverme loco, seria muy miserable de estar solo, me distraes y me haces sentir muy bien, y…bueno yo…creo que también…tu sabes…eso- dijo ya completamente rojo tapándose el rostro con las manos muerto de verguenza.

por Cendrillon Miér Ene 25, 2017 6:26 am

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La cara de Leonidas quedó desencajada en cuanto finalmente aparecieron delante de él las famosas figuras arabescas esas que Calisto le había dicho que podía crear. Las observó boquiabierto con cara de no entender qué sucedía y en cuanto se esfumaron, miró al muchacho de cabello colorido al lado de él quien se encontraba igual de sorprendido pero feliz con lo sucedido.

—¡Diablos, sí! —exclamó emocionado de manera imprevista antes de que el chico lo abrazara a través de los barrotes, quedándose sumamente feliz por ello mientras su cara ardía de la emoción ¡eso había sido increíble, no podía creer que lo hubiera logrado!

Entre la emoción Leonidas no entendió bien la separación brusca de Calisto. Luego, cuando lo escuchó hablar, comprendió que estaba bastante nervioso y se limitó a sonreír mirando hacia otro lado mientras tomaba un mechón de su propio cabello y jugaba un poco con él.

—Sí. Sí sé... 'eso', tranquilo. Y gracias. Aún si eres... complicado para hablar de sentimientos... eres lindo de todas maneras —mencionó con serenidad mientras se mordía un poco el labio—. Tú me entiendes. Yo... yo... me... ¡me alegra que hayas podido hacer esa figura! —dijo entonces de la nada, como queriendo desviar un poco la tensión de todo—. En efecto, ¡lo vi claro y genial! Es maravilloso haberlos podido ver y en efecto, los números son súmamente raros ¡pero no quita que sean fantasticos! —afirmó, mientras sonreía contento volviendo la vista al muchacho mientras pensaba en como se le arrojó encima.

—No deberías disculparte por dejarte llevar —murmuró en voz alta distraídamente. Tanto que lo más seguro es bastante seguro que quiso pensarlo pero lo dijo hablando.

por Yaiza Miér Ene 25, 2017 8:30 pm

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Calisto se encontraba muy avergonzando y no ayudaba el hecho de que Leónidas lo llamara lindo pero trato de que no se notara que sus orejas se tornaban del mismo colore rojo que su rostro. Por suerte el pelirrojo cambio de tema lo que hizo que lentamente bajara las manos para tratar de volver un poco a la normalidad con el sentimientos de nerviosismo a flor de piel.

-Si…es una suerte- dijo un tanto tímidamente-No parecen hacer nada malo o peligroso- dijo mirando al suelo tratando de no contestar eso de no disculparse por dejarse llevar, es que el no sabia muchas cosas y por sobretodo no iba a arriesgarse a malinterpretar sus sentimientos y los de Leónidas de paso, por lo que preferia cambiar de tema. -Esperemos que siga asi-

Con el paso de los días Calisto descubrio que su mano desaparecia si entraba en uno de los círculos pero la sentía todavía por lo que no pensaba que se desintegraba sino que aparecia en otro lugar, porque podía sentir distintas temperaturas, incluso el calor del sol o el agua de lluvia y una vez estuvo seguro, una semana después se lo comento a Leónidas-Creo que ya estoy seguro de que hacen mis círculos, creo que son portales a otros lugares- le dijo mirándolo con seriedad uno frente al otro cada uno del lado de los barrotes, consciente de lo que esto podía significar lo que estaba diciendo.

por Cendrillon Sáb Ene 28, 2017 1:21 am

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La semana paso relativamente rápido luego de esa última vez que habían charlado respecto al factor de Calisto. Con el correr del tiempo Leónidas iba comprendiendo cada vez mejor los sentimientos que desarrollo hacia Calisto en el tiempo que llevaban juntos. Fue en el momento en que el chico le confirmo que ya comprendía la habilidad de su absoluto en cuanto Leónidas aparto un poco esos pensamientos de su cabeza y por un instante quedó completamente perplejo. Demoro unos instantes en poder hablar.

—Eso... Eso significa... — preguntó sin concluir la frase, totalmente incrédulo de las palabras del muchacho mientras parpadeaba aún completamente anonadado y una tenue sonrisa se pintaba en su rostro

por Yaiza Dom Ene 29, 2017 3:09 am

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Calisto miro por un segundo a Leónidas sin ninguna expresión en particular como esperando que terminara de hablar pero este nunca lo hizo por lo que lo miro con un poco de extrañeza-Que…eso, creo que son portales-le repitió como esperando algun tipo de reacción por el pelirrojo que parecia aletargado o shockeado cuanto poco -Seria bueno poder hacerlos mas grandes pero estoy seguro de que ellos ya saben que son y si es asi harán algo para que no los haga…estoy seguro de eso-dijo algo conflictuado al respecto, mirando al suelo con cierta frustración-No dejarían que escapáramos-

por Cendrillon Dom Ene 29, 2017 6:00 am

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El muchacho se sintió un poco estúpido al no haber podido concluir su oración, sonrojándose. A pesar de todo mantuvo su sonrisa al menos hasta que Calisto, casi leyendo sus pensamientos siguió hablando. Leónidas quedó meditado respecto a sus palabras mientras miraba a un lado y torcía un poco el gesto de la boca.

—Mmm... pues... nunca se sabe, ¿verdad? Ellos no son dueños de los Factores, les costará hallar un modo de anular tus poderes e impedir que huyas. Puede que intenten algo para que no puedas huir. Pero si te esfuerzas quizá... hay chances de que salgas de aquí antes de que eso ocurra, Calisto —le dijo con los ojos brillosos de felicidad, si bien no estaba contemplando la posibilidad de huir con él. Era egoísta, pero de todos modos, consideraba que era más importante la posibilidad de que el chico pudiera salvarse de este sitio a que se quedara con él—. Es... simplemente increíble Calisto. ¡Tu poder es maravilloso! —sentenció, sonriendo con sinceridad. Estaba feliz por él, feliz por lo que podía llegar a implicar esto.

por Yaiza Dom Ene 29, 2017 6:14 am

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No estaba para nada de acuerdo con Leónidas, si bien era cierto que era un buen poder en términos generales, también podia ser muy malo sobretodo porque el mismo no podía controlarlo, se sentía frustrado y triste con todo el asunto, mas alla de saber que su acompañante estaba feliz- No…yo…no creo que sea maravilloso.-le dijo-Ellos están un paso adelante, se que harán que no escape y ni siquiera es tan difícil, pensé mucho en ello y tan solo con mantenerme dormido pueden librarse de todos los problemas que ocasionaría si abro un portal…y pueden seguir experimentando conmigo-

Lo cierto es que esa posibilidad lo aterraba, pero sabia que podía pasar-Ademas te lo dije, si yo escapara dejándote atrás nunca podría perdonármelo y eso quiere decir que tengo que buscar como controlar esto antes de que…de que no me dejen verte de nuevo-

por Cendrillon Dom Ene 29, 2017 4:43 pm

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En medida que Calisto siguió hablando la sonrisa de Leónidas terminó por borrarse por completo. Era cierto que no había sopesado completamente las posibilidades además de que no contó con lo último que le dijo el chico. Agacho la mirada con seriedad.

—Lo siento — murmuró mientras trataba de pensar que decir y controlar el sonrojo que le provocaron las últimas palabras del chico. Leónidas estaba encantado con él—. [/B]Yo... Es solo que si pudieras salir de aquí y no lo hicieras solo por mi... Sería horrible realmente. Calisto, no quiero que sufras más... Te quiero demasiado para eso —[/b]confesó abochornado mientras volvía a alzar la vista hacia el.

Llevo una mano a su cara y recargo la mejilla del chico en ella mientras la acariciaba con un pulgar. Recorrio sus facciones con la mirada.

—Yo tampoco quiero separarme de ti. Pero si realmente pasa eso de dormirte y eso... Sería espantoso. Creo que sería peor eso a saber que te fuiste y por fin estas a salvo — confesó —. De todos modos... Intenta aprender a controlar tu habilidad. Podríamos buscar mientras tanto opciones para irnos juntos. Les daríamos prioridad —dijo sonriente mientras mantenía la vista enfocada en Calisto. Realmente Leónidas se sentía enamorado de el.

por Yaiza Dom Ene 29, 2017 9:24 pm

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El chico recargo su mejilla en la mano de Leónidas mientras lo escuchaba hablar y muchas de sus palabras rondaban por su cabeza -Ni tu quieres que me quede ni yo quiero que tu te quedes, supongo que ninguno cambiara de parecer, solo me gustaría que las cosas no fueran tan…complicadas pero me esforzare- le dijo -Asi ninguno tendría que sufrir-

Pero esas palabras terminaron perdiéndose a medida que los días pasaban, si bien Calisto se esforzaba por lograr algo con sus portales, no podía hacerlo, lo mismo tiempo que empeoraba cada vez mas su situación en general, los experimentos subían en rudeza y a penas si tenia energía para conversar con Leónidas, simplemente se limitaba a descansar cuando se le permitia a su lado.

Lo peor es que alrededor de tres semanas después no solo no avanzo con sus poderes sino que empeoro al punto de hacerse incontrolables, se habrían pequeños portales aunque el no lo quisiera y todo llego a su punto culmine cuando estando en la celda un portal se abrió sin previo aviso y comenzó a abrirse paso una corriente ininterrumpida de agua que comenzó a inundar todo el lugar -Leo…¡Leo! ¡No puedo cerrarlo!- dijo alarmado temiendo que si no lo cerraba probablemente morirían ahogados

por Cendrillon Lun Ene 30, 2017 2:06 am

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Calisto había sido muy dulce al tratar con Leónidas estando tan sensible pero mantener sus palabras se hacía complicado con el correr del tiempo y Leónidas se sentía mal de ver que la situación se tornaba cada vez más difícil y que Calisto apenas si podía resistirlo. Los experimentos eran más brutales y cada vez hablaban menos pero porque el chico necesitaba descansar más. Leonidas se sentía mal con eso, sobre todo porque lo veía esforzarse por hacer que los portales crecieran y funcionaran mejor de manera infructífera.

Se acordó un poco de su hermano cuando sus poderes empezaron a fallar y en el momento en que empezaron a verse inundados por uno de los portales que se abrió sin querer, el chico volvió a recordarse a sí mismo que no pensaba permitirse de nuevo que sucediera lo que pasó con Alexio.

—¡Re-Resiste, Calisto! Esto no puede terminar así. Debemos salir, yo... yo... todavía tengo cosas importantes que decirte —mencionó con desesperación: el agua subía muy rápido.

Leónidas se sintió asustado entonces. Parecía que el portal no se cerraría. Se pegó a la reja donde estaba el muchacho entonces, y luego de dudar un poco con miedo a lo que pudiera pasar, se armó de valor para hablar.

—¡Calisto! ¡Me gustas, te quiero! —le soltó de repente—. Siento no haberlo dicho antes pero yo... ¡realmente me gustas mucho! Si no salimos de esto... al menos quería que lo supieras. Te amo Calisto... —sentenció, mientras se mordía el labio inferior con miedo quedando pegado a los barrotes. Ya no tenía más que hacer. Simplemente le restaba esperar y rogar que todo saliera bien.

por Yaiza Lun Ene 30, 2017 3:43 am

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El muchacho estaba desesperado tratando de concentrarse o hacer algo para cerrar el portal pero ni siquiera podía lograr que disminuyera de tamaño y por el sabor de la era evidente que había abierto un portal al mar. El agua continuaba subiendo y le fue imposible pensar que probablemente de esa no saldrían hasta que se le ocurrió algo ¿Si el perdia la conciencia el portal no desaparecería?

Se volvió hacia Leónidas para pedirle que lo golpeara o algo apra dejarlo inconsciente cuando el dijo cosas que lo dejaron por un segundo fuera de lugar, mas de lo que ya estaba-¿Q-que?- contesto Calisto confundido-Tu…¿A mi?¿De verdad?- pregunto como sin poder creer que alguien como Leónidas de verdad pudiera quererlo a el, y es que sabia muchas cosas del muchacho, no solo era interesante, amistoso, buen músico por lo que e había dicho, sino que le parecía alguien que jugaba muy lejos de su propia liga.

Escucharon entonces unos gritos provenientes de la escalera mas alejada y entraron/nadaron en tropel aquellos hombres que los tenían prisioneros hacia la carcel de Calisto y cuando lograron sujetarlo el portal se cerro pero fue muy tarde para cualquier cosa dado que todo se volvio negro para el chico.

por **Anfitrite** Lun Ene 30, 2017 1:08 pm

10. Leonidas y Calisto: Reclutamiento. - Página 2 Arkadei-Vlak-FA_zpshc8rfxih

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De pronto le fue mucho más claro sentir a Calisto. De pronto se encontraba en una situación demasiado crítica.

Arkadei había estado rondando Grecia, intentando dar desesperadamente con el paradero de Calisto y Leónidas, el eslabón que lo acompañaba en su encierro, y he aquí que de pronto se hacían tan presentes y urgentes en su necesidad de ayuda. Tan urgente que no pudo buscar ayuda para sí mismo en la abrupta misión de rescate que se le presentaba.

Corrió en dirección a donde ahora sabía que ellos estaban mientras la gente de la calle se apartaba de su camino. Con cada paso que daba, su cuerpo empezó a desintegrarse en una remolino de humo negro ante el asombro de los que lo miraban y gritaban "auror" con admiración o con miedo.

Su nueva forma se elevó por el aire y siguió el rastro del chico con una velocidad mayor a la que cualquier medio de transporte le habría brindado. Fue cuestión de minutos para que llegara al terreno de un vieja casa veraniega cerca de la cordillera de Citerón donde dejó que su cuerpo retomara su forma cuando hubo alcanzado el nivel del suelo.

Mentalmente llamó a Alejandro para que lo asistiera de ser necesario mientras él se deshacía de la entrada a la casa de piedra gracias a sus habilidades áuricas. No vio a nadie en esa área y se apresuró a buscar la dirección hacia el sótano, misma que encontró debido a las maldiciones que vinieron de ella y de las que conocía la causa: la cava que había sido ese sitio estaba casi inundada totalmente debido al portal que Calisto había generado.

Bajó por la escalera apartando con su mano el agua, enviándola al subterráneo con un agujero que abrió en el suelo, pero no dejó que toda se drenara, guardó la suficiente para usarla como medio de soporte pues en ese mismo instante los secuestradores caían en la cuenta de que ellos y sus cautivos no eran los únicos en el sótano.

Uno de los hombres buscó su arma guardada en la cintura de su pantalón y fue rápido en extraerla, pero Arkadei fue aún más veloz en deformar el cañón y, con ello, dejarla inservible. Hizo los mismo con las siguientes armas que se prepararon a disparar, dos apuntaron sus balas hacia él y otra encañonó al chico inconsciente que uno de ellos mantenía sujeto apenas de la ropa. Pero dejar sus armas inservibles no sería el fin de la historia, movió el agua en dirección a Calisto para amortiguar su caída cuando el secuestrador que lo sujetaba, y los otros que se abalanzaban hacia Arkadei para intentar reducirlo a golpes, se hallaron de pronto sin posibilidad de respirar.

No iba a poder detenerlos así por mucho tiempo sin llegar a matarlos por lo que usó su habilidad para arrancar los barrotes de la prisión de Leónidas que volaron hacia los hombres para rodearlos con ellas desde los hombros hasta la cintura. Cuatro barrotes más para inmovilizar sus piernas.

Detenidos los secuestradores que en ese momento apenas si permanecían conscientes, Arkadei se abalanzó hacia Calisto. Ahora yacía en el suelo, mojado y notablemente débil. Acercó el oído a su pecho para asegurarse de que siguiera respirando pues no sabía si su estado de inconsciencia se debía a que estuvo a punto de ahogarse, a un golpe o a la precaria salud que el encierro y los experimentos habían obrado en él.

Afortunadamente respiraba.

Sus dedos se colocaron en el cuello del chico para leer sus signos vitales mientras miraba a Leónidas y lo examinaba rápidamente en busca de alguna herida de gravedad que necesitara ser atendida.

off-rol:

10. Leonidas y Calisto: Reclutamiento. - Página 2 00anfitrite-firmaAlta

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por Cendrillon Mar Ene 31, 2017 5:20 am

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Desde lo último que dijo todo comenzó a moverse demasiado rápido para Leónidas y llegó un punto en el que le costó comprender que estaba sucediendo. Calisto reacciono trastablillando al hablar, pero no tuvo tiempo de contestar nada antes de que una serie de gritos llegarán desde las escaleras del sótano y los hombres que los tenían cautivos se acercarán rápidamente al chico por medio de nado, a quien no dudaron en golpear sin contemplaciones para que se detuviera el flujo de agua.

–¡¿Que demonios les pasa, idiotas?! —grito furibundo mientras veía a Calisto lastimado, instantes antes de que el sonido de balas y voces provenientes de la distancia captaran su atención, junto con una oleada de agua que retuvo al chico evitando que se cayera y se golpearse contra nada así como un hombre aparecido misteriosamente que lejos de ponerse contra ellos, parecía tener poderes... Increíbles.

Se podría deducir que era un era auror por todo lo que hizo pero Leónidas no llego a pensar mucho en eso antes de verse libre a si mismo y percibir que el hombre revisaba a Calisto. El chico respiro frustrado mientras pensaba en que el no pudo proteger al muchacho pero su ves miro con incredulidad la falta de barrotes en su celda como si la libertad fuera una posibilidad que jamás había considerado posible. Algo imposible.

—Tu... Quien... ¿quien eres?—pregunto con el asombro aún en el rostro, antes de acercarse con cuidado como si de un animal desconfiado se tratase—.Yo... Gracias. Realmente... ¡gracias! No lo puedo creer! Esto... Solo dime qué Calisto está bien.... Por favor — imploro dufoso, quería saber cómo estaba el chico después de lo que pasó. Estaba feliz pero conflictuado con todo esto. No se recuperaba del miedo de lo que le paso a Calisto. Simplemente tenía pánico de que no estuviera bien.

por **Anfitrite** Mar Ene 31, 2017 6:14 am

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Escuchar al joven hablar de manera tan atropellada, asustada, recelosa y dentro de todo, con una pisca de alivio al haber encontrado por fin una esperanza, lo hizo sentir un completo inútil y no alguien que merecía su agradecimiento.

Debió haberlos encontrado antes. Debió haber encontrado a Alexio antes…

—Mi nombre es Arkadei Vlak —dijo regresando su vista a Calisto una vez que comprobó que Leónidas se encontraba en relativo buen estado aunque con obvias secuelas del secuestro. Por otro lado Calisto estaba notalmente desnutrido y podía notar heridas a través de las áreas visibles de su cuerpo—. Su pulso es débil, debe revisarlo un doctor… y a ti también… —contestó antes de inclinarse para meter sus manos detrás del cuello y rodillas del joven para después ponerse de pie con él en sus brazos—. ¿Sabes qué lo hizo perder el conocimiento? —preguntó a Leónidas mientras caminaba hacia la escalera que llevaba fuera del sótano esperando que él lo siguiera. No se preocupó por los secuestradores, alguien más se encargaría de ellos.

por Cendrillon Dom Feb 05, 2017 2:03 am

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Leónidas escuchó las palabras del hombre que se presentó como Arkadei en silencio aunque con la garganta hecha un nudo por la tensión del momento y sumamente preocupado por Calisto. Agarró al más pequeño en volandas mientras le preguntaba si sabía cómo había perdido el conocimiento, y con cierta dificultad, Leónidas se paró y fue tras él mientras le daba alcance en la escalera y lo frenaba sin dejarlo avanzar.

—Espera. Yo lo cargo —pidió adelantándose a colocar sus brazos bajo el muchacho a la espera de que Arkadei se lo entregara—. Lo... golpearon en la cabeza. Lo querían desmayar para detener el portal —explicó el chico—. Tú... ¿a dónde vamos? ¿Qué planeas hacer con nosotros, iremos a un hospital? —le preguntó, recordando lo que había dicho respecto al doctor.

¿Cómo explicarían en un hospital, sin embargo, el tipo de heridas que tenían? ¿Qué ocurriría si dijeran que eran Aurores? Leónidas estaba preocupado por no saber quién era ese tipo ni qué sucedería ahora. Por lo pronto, lo mínimo que quería era ser él quien cargara a Calisto.

por **Anfitrite** Dom Feb 05, 2017 2:21 am

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Se detuvo y miró al chico con detenimiento. A pesar de su petición no le cedió a Calisto pues temía que Leónidas se hallara tan debilitado que lo dejara caer.

—Pienso llevarlos a una clínica privada donde no harán preguntas —contestó mirando a sus manos extendidas hacia Calisto—. ¿Crees tener la fuerza suficiente para sostenerlo? —preguntó alzando una ceja. Entendía que Leónidas se sintiera ansioso y preocupado por el quién era él o qué pretendía, pero no podía correr el riesgo de que Calisto resultara más dañado.

por Cendrillon Dom Feb 05, 2017 4:26 am

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Leónidas trató de controlar su impaciencia al ver que Arkadei no quería cederle a Calisto. Entendió por su pregunta y sus palabras que desconfiaba de sus condiciones, pero él estaba bastante seguro de sí mismo por lo que asintió mientras se adelantaba a tomar al chico en brazos, primero con cierta dificultad pero luego acomodándolo consigo. El muchacho lo vio herido y se sintió por demás preocupado.

—Puedo llevarlo —afirmó como queriendo que viera que lo estaba haciendo—. Yo... gracias... por la ayuda —balbuceó, mientras miraba al chico consigo y sentía como la calidez de su cuerpo lo estremecía. Todavía no terminaba de caer en cuenta de lo que estaba sucediendo y por ello estaba tan ido y por sobre todo concentrado únicamente centrado en el muchacho—. Tú... ¿cómo supiste que estábamos aquí? ¿Quién eres, por qué nos salvaste? —quiso saber Leónidas mientras lo miraba intrigado.

por **Anfitrite** Dom Feb 05, 2017 4:59 am

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Ayudó a acomodar a Calisto en los brazos de Leónidas y solo retiró por completo sus ayuda cuando comprobó que el joven no se vendría abajo con todo y su valiosa carga.

—Soy un auror que está obligado a buscar a otros —dijo lanzando una rápida mirada a los ojos aguamarina del griego. Aprovechando que ahora tenía las manos libres, puso la suya sobre la nuca de Calisto buscando alguna señal del golpe que le habían propinado. Su cabello estaba mojado por lo que Arkadei no se dio cuenta de la sangre sino hasta que retiró su mano para mirarla manchada de rojo—. Maldición —dijo entre dientes y regresó su mano a la nuca del jovencito.

Sus ojos brillaron en dorado al tiempo que usaba sus poderes sobre la herida.

—Puedo frenar momentáneamente el sangrado —explicó a Leónidas suponiendo que él, así como el mismo Arkadei, se preocuparía al notar la sangre—, pero seguramente necesite algunos puntos. —Le señaló escaleras arriba para que se apresurase a subir. Él ya había agotado bastante de su energía para llegar hasta ese sitio, no iba a durar mucho tiempo de pie si se ocupaba demasiado en mantener la herida cerrada.

por Cendrillon Dom Feb 05, 2017 5:57 am

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Leónidas estaba atento a lo que le decía Arkadei, pero toda su seriedad se vio reemplazada repentinamente por preocupación en cuanto vio como este palpaba la cabeza de Calisto y sacaba su mano cubierta de sangre: el chico tenía abierta la herida.

—¡Diablos! —se quejó mientras empezaba a sentirse desesperado y veía como el hombre se concentraba en utilizar sus poderes sobre el chico.

Leónidas no respondió nada a lo que Arkadei le contó sobre que era un Auror obligado a buscar a otros por el simple hecho de que se había olvidado de todo ante la preocupación por la herida de Calisto. Los ojos se le humedecieron un poco mientras apretaba los labios buscando su propia voz que se le había ido.

—¡Apurémonos entonces! Necesitamos curarlo rápido —dijo el pelirrojo, subiendo por las escaleras más rápido de lo que él mismo hubiera creído que podía con el cansancio de tanto tiempo encerrado. Lo cierto es que si tenía fuerzas era nada más por Calisto, porque sino hubiera quedado desmayado ahí mismo hacía bastante rato atrás, cuando se estaba inundando todo—. ¿Qué clase de poder tienes?

por **Anfitrite** Dom Feb 05, 2017 6:23 am

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—Puedo alterar la realidad —le contestó a Leónidas tomando la delantera de él para guiarlo a la salida de aquella casa semi-abandonada.

Había llegado hasta ese sitio sin ningún medio de transporte pero era de esperar que los secuestradores tuvieran al menos uno y el mismo resultó ser una vagoneta negra estacionada no muy lejos de la puerta. Arkadei no poseía las llaves del auto pero poseía su habilidad y en ese momento la usó para abrir una de las portezuelas por la que deberían subir a Calisto para recostarlo en el asiento trasero.

—Es necesario que subas primero para que apoyemos su cabeza en tus piernas —le dijo a Leónidas con las manos extendidas para que le pasara el cuerpo de Calisto mientras él hacia lo que le indicaba.

por Cendrillon Dom Feb 05, 2017 3:46 pm

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Leónidas tenía que admitir que quedó impresionado con el poder del hombre que los había rescatado puesto que se notaba que era sumamente grande y con un amplio campo de acción. Lo siguió sin rechistar en su camino hacia fuera del recinto pero no dijo nada mientras andaba desesperado por llegar a donde fuera que fueran a atender a Calisto, aterrado por la posibilidad de que todo acabara mal. En cuanto estuvieron frente a la camioneta, asintió a las palabras del hombre mientras le tendía al muchacho y luego se acomodaba en el asiento trasero del vehículo.

—Ya estoy —anunció nada más acomodarse de manera impaciente mientras hacía señas de que le entregara al muchacho—. Larguémonos pronto, por favor —repitió esperando que el hombre no lo tomara a mal: solo quería llegar lo más pronto posible a que curaran al muchacho.

por **Anfitrite** Dom Feb 05, 2017 11:32 pm

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Una vez que Calisto se encontró dentro del auto, Arkadei cerró la puerta por donde había sido introducido. Rodeó el vehículo para posicionarse detrás del volante con la misma urgencia con la que Leónidas pedía que se fueran. Usó una vez más su habilidad para encender el motor y sacó la vagoneta de la propiedad.

Mientras con una mano conducía, con la otra extrajo el teléfono del bolsillo interior de su saco para ordenarle, por medio de la voz, que encontrara la clínica más cercana. Una vez que en el GPS apareció lo que había pedido se dio una idea del sitio exacto donde se encontraban. Tardarían aproximadamente treinta minutos en llegar al próximo poblado y hacia él los dirigió con prisa pero el tiempo que tardarían en llegar era demasiado para él y el límite de sus habilidades. Su vista, que empezaba a tornarse borrosa, le advertía que no lograría cerrar la herida de Calisto ni un minuto más.

Sin apartar una de sus manos del volante, extendió hacia arriba la palma de la otra y en ella hizo aparecer una especie de neblina blanca que se materializó en unas gasas. Las pasó sobre su hombro hacia Leónidas para que las tomara.

—Presiona esto contra su herida —le dijo—, ahora empezará a sangrar de nuevo.

por Cendrillon Vie Feb 10, 2017 6:25 pm

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Si bien el muchacho aun no se sentia plenamente confiado en ese hombre que los habia sacado de donde estaban encerrados, lo cierto es que decidio poner las manos en el fuego por el y centrarse en Calisto que yacia herido en su regazo.

Escucho cuando el hombre ordeno al gps indicarle la clinica mas cercana sintendo mas seguridad con respecto a su destino mientras el auto se movia velozmente. Acaricio la cabeza del muchacho mientras mordia su labio y apenas si se dio cuenta cuando Arkadei le tendio las gasas literalmente salidas de la nada.

--Entiendo. Gracias... --no sabia por que de todo, asi que lo dejo al aire.

Constipado por la situacion presiono las gasas con nerviosismo sobre la zona afectada por el golpe. Se sintio morir de solo palpar la herida.

--¿Sabes... Donde estamos? La clinica ¿esta demasiado lejos? --interrogo demasiado alterado, necesitando mantener las palabras fluyendo y deshacerse de la inquietud y ansiedad. Estaba muy estresado, necesitaba que atendieran a Calisto.

por **Anfitrite** Sáb Feb 11, 2017 7:22 am

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—Estamos a treinta minutos de Lebadea —contestó al tiempo que lanzaba una rápida ojeada al retrovisor para mirar al reflejo de Leónidas—. La clínica está a las afueras del poblado por lo que no tardaremos en llegar…

Si bien sabía que la herida de Calisto no ponía en riesgo su vida, si lo preocupaba su estado de salud general. Había estado muy debilitado en los últimos días y suponía que una hemorragia, por leve que fuera, empeoraría su salud…

"Suponía…" Después de todo no era un maldito doctor como para saberlo con certeza.

Tardaron veinte minutos antes de que la vagoneta se detuviera frente a una construcción de paredes blancas y techo de tejas. Según el GPS, aquella era la clínica privada aunque su arquitectura no la hacía parecer muy distinta al resto de casas que había alrededor. La calle estaba tranquila y lejos de un par de transeúntes, no había nadie más.

—Este es el lugar —le dijo a Leónidas antes de quitarse el cinturón de seguridad—. Voy por una camilla.

Abandonó el vehículo e ingresó por la puerta frontal que era del doble de ancho que el de las otras casas; quizá aquella era la única señal que la delataba como un clínica, eso y unas pequeñas letras escritas en griego al lado del teléfono del local que rezaban: "Doctor Papadoupulos".

El interior era un sitio pulcro con un mostrador y dos sofás que conformaban la sala de espera. Una mujer de aproximadamente treinta años hablaba con un hombre robusto de unos cincuenta. Por la vestimenta, Arkadei supuso que él se trataba del doctor.

—En el auto tengo a un chico de dieciocho años, está sangrando de un golpe en la cabeza, tiene desnutrición severa y múltiples heridas… —dijo con voz firme y una mirada severa. Con su simple actitud les ordenaba que se movilizaran inmediatamente a atender al herido que traía consigo.

El hombre no dudó ni un segundo. Se giró hacia una de las puertas laterales.

—Nikos, Kostis —dijo mientras la golpeaba—. La camilla, pronto.

Dos hombres vestidos de camilleros salieron de la habitación. Uno entró a una de las puertas traseras y el otro le sostuvo abierta la puerta para que sacara por ella lo que el doctor había ordenado.

Menos de un minuto tardó en salir Arkadei por donde había entrado seguido por los hombres que venían arrastrando la camilla. Se acercó al lado de Leónidas y abrió la portezuela.

—Ellos trasladarán a Calisto —le informó al joven para que dejara a loscamilleros hacer su trabajo—. El doctor está preparado para atenderlo.

por Cendrillon Sáb Feb 11, 2017 9:46 pm

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El tiempo de viaje se le antojó eterno al muchacho pelirrojo quien se armó de paciencia como pudo y trató de controlar sus emociones mientras el chico desvanecido en sus brazos sangraba sin que pudiera hacer más por él que cubrir la herida y presionar para evitar que el flujo fuera mucho mayor.

Cuando finalmente llegaron, poco pudo hacer Leónidas antes de que Arkadei reaccionara a toda velocidad. Lo vio bajar mientras se quedaba con Calisto sintiendo su corazón latir a toda velocidad de la desesperación, y pronto vio como este regresaba en compañía de dos camilleros, que intercedieron rápidamente llevándose con ellos al muchacho herido.

Leónidas se sintió mal de no haber podido hacer más nada por el chico pero no opuso resistencia cuando se lo llevaron. Arkadei le informó de la situación en general más sin embargo, los nervios no se le habían ido a Leónidas y seguía igual de tenso.

—De acuerdo. ¿Él estará bien... cierto? —le preguntó, podía sonar tonto pero en ese momento simplemente necesitaba escucharlo de la boca del hombre: ‘Calisto estará bien’. Estaba inquieto, estresado, simplemente estaba mal con todo por más que una parte de él estuviese aliviada.

Estaba viendo el Sol. Por fin luego de tanto tiempo estaba en el exterior, y aunque le quemara la vista y la piel en general, no podía evitar pensar que era una sensación increíble. Se cubrió un poco los ojos con una mano mientras miraba a Arkadei y se paraba para ponerse a su altura.

—Quiero quedarme con él. No quiero que nos separen—exigió. Si bien era mucho más alto que él, eso no lo hizo sentir intimidado en absoluto.

por **Anfitrite** Sáb Feb 11, 2017 11:00 pm

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—Estará bien, Leónidas… —le dijo con tono tranquilizador y era sincero. No creía que Calisto estuviera en un estado crítico del que fuera imposible sacarlo. Él había llegado a tiempo a rescatarlos… aunque eso no sería suficiente para ninguno de los dos… Menos para Leónidas que había perdido a su hermano…

—Claro, puedes estar con él —le dijo al joven pelirrojo y le dio una leve caricia a su espalda, no solo como un burdo intento de confortarlo sino para también invitarlo a que lo acompañara.

Lo guio hasta el interior de la clínica donde fue la recepcionista la primera que apareció una vez franquearon la puerta.

—Necesitamos que nos responda unas preguntas acerca del paciente —dijo inmediatamente al ver a Arkadei pero a quien se quedó mirando fue al joven que lo acompañaba. Seguramente su estado, después de tanto tiempo de encierro, era llamativo más que el intenso color rojo de su cabello.

—Lo haré —le contestó el hombre—. Antes quiero que me indique a donde llevaron a Calisto.

—¿El paciente? —preguntó la mujer—. Lo están revisando ahora pero no pueden pasar a…

—¿Dónde llevaron a Calisto? —volvió a preguntar con tono imperativo sin importarle lo más mínimo sus prohibiciones.

—En aquella sala —señaló el lugar después de fruncir el ceño—. Pero…

—Vamos, Leónidas —le dijo al joven después de caminar hacia el sitio señalado. Abrió la puerta y la sostuvo abierta para que Leónidas pasara por ella.

En la sala que tenía tres camas alineadas una al lado de otra, separadas únicamente por unas cortinas que en ese momento se hallaban abiertas pues era Calisto el único paciente; se encontraba el mismo doctor que Arkadei había visto en el recibidor. Junto a él se hallaba una mujer más (seguramente otra doctora) y dos enfermeras que se movían de aquí a allá ocupadas en conectar aparatos, medir signos vitales, suturar la herida de su cabeza y todo lo que Calisto necesitaba con urgencia.

Una de las enfermeras vio a los dos intrusos y se adelantó hacia ellos.

—Esta es un área restringida —recriminó a ambos con la mirada pero una vez más fue sobre Leónidas en quien su vista se detuvo.

—Él también necesita atención —dijo Arkadei solo para recalcar lo obvio—. Déjelo permanecer en la cama contigua a la de Calisto. Necesita asegurarse de que él estará bien.

La mujer enarcó ambas cejas.

—Claro que estará bien —le aseguró al pelirrojo mientras asentía a la orden del ruso. Le extendió una mano para indicarle que pasara a la cama cercana a la del otro chico—. Ven por aquí, recuéstate… —pidió a Leónidas.

por Cendrillon Dom Feb 12, 2017 12:48 am

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Reconocía que estaba comportándose por demás exigente e incluso un poco burdo, pero se sintió aliviado de ver que Arkadei era tan accesible con él. Sabía que tendría que agradecerle por soportarlo en ese estado tan nervioso apenas tuviera la oportunidad, pero por el momento en su cabeza solo era capaz de enfocarse en Calisto.

Le debía de agradecer al hombre no solo haberlo sacado de ese infierno, sino ser tan tolerante con su inquietud, miedo, desconfianza, y rudeza a la hora de dirigirse hacia su persona. Se había portado muy amable e incluso había tratado de brindarle apoyo, aun cuando frente a otras personas como la recepcionista le demostró a Leónidas que podía ser bastante severo y tan asertivo y exigente como él mismo lo había sido con antelación.

Le gustó a Leónidas de todos modos ver que cumplía con lo que pedía sin preocuparse por los peros. Él no planeaba hacerlo tampoco, pero al ser Arkadei tan accesible a sus peticiones se comportaba relativamente bien.

En cuanto vio a Calisto quiso acercarse a él, pero frenó en cuanto Arkadei dijo que tenía que atenderse luego de que casi los echaran del lugar. El muchacho era testarudo pero entendía que podría estar con Calisto por las buenas si accedía a que lo atendieran. Sus propias heridas no le importaban demasiado ahora mismo, pero como Arkadei pidió ubicarlos juntos, accedió sin queja alguna a que lo revisaran.

Tomó la mano de la mujer y se dejó guiar hacia la camilla.

—Gracias —dijo acomodándose. Dedicó una mirada a Calisto mientras trabajaban sobre su herida pasando saliva, pero notando que estaba bien. Luego volvió la vista a Arkadei—. ¿Usted... qué hará ahora? —le interrogó con genuina curiosidad. No sabía cuáles eran sus intenciones. Ya los había rescatado pero... ¿ahora qué? ¿Acaso se iría?

por **Anfitrite** Dom Feb 12, 2017 1:43 am

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—Me quedaré para asegurarme de que ambos estarán a salvo —contestó mirando el cómo insertaban en el brazo de Calisto una intravenosa conectada a una bolsa de suero que en ese momento colgaba sobre un perchero, luego volvió la vista a Leónidas—. También… debo contactar a los padres de ambos para informarles que han sido encontrados y que… están bien —a pesar de que había hablado con un tono de voz neutro, sabía las implicaciones de esas llamadas. Los padres de Calisto sentirían un gran alivio de saber que podían recuperar a su hijo, pero para los de Leónidas sería una noticia agridulce…

No quería ser él quien informara a unos padres que su hijo había muerto… pero tampoco podía dejarle la responsabilidad a Leónidas…

por Cendrillon Dom Feb 12, 2017 9:15 pm

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Las palabras de Arkadei hicieron que la garganta de Leónidas se anudara mientras miraba con los ojos llorosos en dirección a Calisto. Asintió mientras respiraba con cierta dificultad centrándose en el chico de cabello multicolor mientras intentaba controlar sus emociones a causa de todo lo que estaba sucediendo luego de tanto tiempo en cautiverio.

Todavía no caía en cuenta. Eso era lo que realmente estaba pasando y por lo que estaba tan tranquilo, simplemente no caía en cuenta y todavía seguía teniendo el corazón acelerado pro la adrenalina del escape y las ideas tormentosas dentro de su cabeza.

—Mis... padres... —murmuró en voz baja, mientras trataba de recordarlos. Se frustró mucho al darse cuenta que sus rostros estaban desdibujados en su memoria.

Volvió entonces los ojos a Calisto antes de mirar una vez más a Arkadei.

—Volveremos a casa... —balbuceó más para sí mismo que para Arkadei, aunque se notaba su tono triste.

Volver... quería ver a su padres, pero ¿qué implicaría volver? ¿Cómo podría regresar a ese hogar en el que compartió tantos años con Alexio...? ¿Cómo podría mirar a la cara a sus padres luego de lo que había hecho? Volvió a hacerse todos esos planteos que durante tanto tiempo dejó de hacerse porque pensó que jamás escaparía de esa prisión a la que había ido a parar y de golpe se vio abrumado por la realidad empezando a llorar, primero despacio y luego más fuerte mientras se ovillaba sobre sí mismo de costado en la cama.

Le dolían las secuelas de lo que había pasado. Le dolía saber que aun si él podía volver a ver el sol, su hermano jamás lo volvería a hacer. Le dolía pensar en la posibilidad de no volver a ver a Calisto y se permitió descargar todo el malestar y la frustración de lo que había tenido que vivir llorando y gritando a viva voz mientras se hacía un ovillo con fuerza contra sí mismo.

por **Anfitrite** Lun Feb 13, 2017 12:25 am

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Arkadei guardó silencio. Sintió el pecho comprimido. Con una mano insegura palpó el hombro del chico, muy suavemente… para hacerle saber que no estaba totalmente solo en su dolor. Luego simplemente se quedó ahí parado, como un inútil con la mirada baja mientras escuchaba con tristeza a Leónidas llorar.

No sabía qué podía decirle que sirviera para tranquilizarlo. Las órdenes, las intimidaciones, la frialdad le salían fácilmente… pero las palabras de consuelo… reconfortar a un joven que había perdido a su hermano en medio de un horrendo cautiverio… No sabía cómo hacer eso… Seguramente tampoco existía consuelo para ello salvo el tiempo…

—¿Qué le sucede? —preguntó el doctor mirando preocupadamente a Leónidas.

Arkadei levantó los ojos y los puso sobre el hombre que no solo contemplaba las lágrimas del chico sino que también a las heridas de su cuerpo y moretones.

—Se perdieron en una excursión… —se apresuró a contestar Arkadei, la voz le había salido ronca—. Llevaban días extraviados… y solos. —Era una mentira, claro. Saciaría por un tiempo las interrogantes del por qué el estado de ambos chicos y si bien los doctores podrían después descubrir que no era verdad, él ya habría hecho los arreglos necesarios para que nadie se enterara de que habían sido secuestrados por el factor áureo—. Han pasado momentos muy difíciles así que cualquier duda que tenga al respecto, hágamela a mí.

El hombre asintió con pesadez mientras preparaba una jeringa con algún líquido.

—Eso explica por qué el chico está en tan mal estado de nutrición y deshidratado… —llevó la punta de la jeringa hacia una de las conexiones que tenía la intravenosa en la muñeca de Calisto—. ¿Cuáles son sus nombres?

—Él es Calisto —dijo mirando al rostro inconsciente de la cama contigua—. Y él es Leónidas —completó cuando el hombre miró al pelirrojo.

—No te preocupes más, muchacho —dijo el doctor a Leónidas—, ambos estarán bien y esta fea experiencia será olvidada.

Arkadei suspiró. Entendía las buenas intenciones del hombre pero era mentira… jamás la olvidarían. Él mismo aún no había olvidado la suya.

—¿Qué me puede decir de Calisto, doctor…?

—Papadoupulos —completó el hombre—. Ahora mismo lo estamos rehidratando, el suero que tiene es de electrolitos, lo ayudaremos a que despierte. Atenderemos esas heridas que tiene. La herida de su cabeza ya está saturada y va a necesitar pasar la noche aquí para que repose y vigilemos su avance pero va a estar muy bien pronto —asintió.

—Gracias… —dijo Arkadei con cierto alivio.

El hombre levantó una mano y negó con la cabeza en señal de que no tenía que agradecerle nada.

—Le daré un minuto y luego lo revisaré —dijo refiriéndose al pelirrojo.

Arkadei asintió una vez, Leónidas necesitaba su espacio para desahogarse. Tal vez él mismo debía retirarse para dejarlo llorar sin presiones… Tal vez no…

Si Desirée estuviera ahí ella sabría qué sería mejor…

Optó por hacerle compañía. Movió su mano, del hombro de Leónidas a su espalda para frotársela. ¿Qué más podía hacer por él cuando no había hecho nada por salvar a Alexio…?

por Cendrillon Dom Feb 19, 2017 5:58 am

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Sintió la mano del hombre en su hombro y no sabía decir si le proporcionó consuelo o si le quemó el contacto. Escuchó como hablaban a sus espaldas con el médico, en tanto seguía sumido en su dolor. El médico había dicho que pronto olvidaría esa horrible experiencia, pero él no sabía siquiera como figurarse que aquello fuera posible. Claro que el hombre no sabía lo que en verdad había pasado, no podía culparlo tampoco cuando solo estaba tratando de animarlo.

Siguieron hablando. Ya no gritaba pero no podía controlar el volumen de su propia voz mientras lloraba. A pesar de todo, escuchó como hablaban de Calisto y sintió una rara sensación entre alivio y pesadez de escuchar que estaría bien luego de una noche de reposo, que la herida ya estaba suturada y que lo habían colocado suero. Si bien ahora Leónidas sabía que el muchacho estaría bien, no podía evitar sentirse mal porque hubiera llegado en esas condiciones al hospital.

Y solo se dejó hacer en cuanto sintió que se quedaba solo y Arkadei le acariciaba la espalda. Lloró un rato más en tanto se sentía un poco somnoliento; seguía hipando y sufriendo los espasmos del llanto pero ya no lloraba con la misma intensidad que antes. Le dolía la cabeza.

—¿Cómo... cómo supiste de nosotros? —se atrevió a preguntar entonces—. ¿Cómo nos encontraste? —”¿Por qué ahora y no antes?” habría querido preguntar, pero se reservó esa última duda—. ¿Tú... viniste para devolvernos a casa? —preguntó por última vez mientras en su mente en realidad flotaban las complicaciones de esa posibilidad.

Quizá no por su parte, pero si por parte de Calisto: los portales podían resultar peligrosos. ¿Y si le pasaba algo? ¿Y si... lo volvían a encontrar? ¿Cómo haría para vivir ahora que su poder había empezado a manifestarse de manera tan peligrosa? Cuando él estaba con Alexio les había costado mucho... y al final habían terminado capturados. Alexio ya no estaba así que él no corría más peligro. Pero no podía evitar sentir terror por Calisto: no quería que le pasara nada malo. Simplemente tenía mucho miedo de que otra vez pudiera llegar a pasar por algo como esto.

por **Anfitrite** Lun Feb 20, 2017 12:12 am

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—Seguí el rastro de Calisto —dijo solamente. No podía darse el lujo de especificar el cómo pues las personas que se encontraban cercanas podrían deducir algunas cosas que no eran convenientes. Sin embargo agregó—: Te explicaré con más detalle cuando te encuentres mejor… —Vio que el doctor Papadoupulos se acercaba de nuevo hacia ellos, señal de que era turno de Leónidas de ser revisado.

Arkadei se puso de pie y dio una última mirada al chico.

—Me encargaré de que regresen a casa… Y de que cuando lo hagan, ambos estén seguros —posiblemente Leónidas no entendiera que se refería no solo a que estarían libres de la persecución de los Recolectores o del Departamento de Control Áurico sino también al hecho de que se encargaría de que Calisto controlara su habilidad.

—¿Estás más tranquilo? —preguntó el doctor colocándose al lado de la cama de Leónidas—. Te haré un rápido chequeo y luego veremos qué te hace falta, ¿de acuerdo?

Arkadei se apartó para dejar que el doctor hiciera su trabajo.

—Estaré en la sala de espera por si me necesitan… —dijo a ambos pero principalmente a Leónidas. Suponía que mientras Calisto estuviera cerca de él se encontraría tranquilo y cooperaria en todo lo que el doctor le pidiera…

Él, por el momento, tenía que encargarse de hablar con los padres de ambos chicos a quienes ya sabía en dónde encontrar debido a las investigaciones que realizó durante todo el tiempo que trató de hallar a tiempo a Calisto, a Leónidas y a Alexio…

Le esperaba una charla muy difícil con los padres de los dos últimos…

por **Anfitrite** Dom Feb 26, 2017 12:47 am

10. Leonidas y Calisto: Reclutamiento. - Página 2 MASTER-Cabecera_zpsi1wv1hau

El doctor revisó a Leónidas y por vía intravenosa le hicieron pasar el suero que necesitaba para rehidratarse. Lo alimentaron y lo dejaron dormir lo mismo que a Calisto.

Pasaron la noche en la clínica. Los acomodaron en una habitación con dos camas y un baño privado. A la mañana siguiente estaban listos para ser dados de alta siempre y cuando no hicieran nada que requiriera demasiado esfuerzo y guardaran reposo.

Arkadei trajo nueva ropa para Leónidas y Calisto que consiguió en uno de los pequeños establecimientos del pueblo. No eran las mejores prendas pero fue todo lo que pudo encontrar. Las dejó al lado de sus camas para que ambos se vistieran en cuanto estuvieran listos para marcharse mientras él aguardaba por ellos en la sala de espera.

10. Leonidas y Calisto: Reclutamiento. - Página 2 Anfitrite-firma3

por Yaiza Vie Mar 10, 2017 4:49 am

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Se sentía extraño, como pesado, por un momento no recordó nada de nada, era como si todo fuera neblinoso. Y en cierto sentido fue una suerte que no recordara inmediatamente lo que había pasado puesto que sino podría haber reaccionado alterándose. Por el contrario sintió que alguien lo despertaba, abrió los ojos con pereza y vio a un hombre con bata blanca.

Eso agrego mas confusión al asunto, pero todas las imágenes se agolparon en su mente y por un segundo penso que estaba en el laboratorio en el que había estado, no dijo nada porque sentía la garganta tomada y porque no solia hacerlo en esas intervenciones en su encierro, pero cuando entendió que aquel hombre hablaba de un alta medica y se marchaba, entendió que algo no estaba para nada bien.

Trato de mover la cabeza y sintió una fuerte punzada en ella, en el area de la nuca-Auch- dijo con la voz ronca, pero se las arreglo para girar la cabeza, noto que era una habitación completamente distinta al calabozo o el laboratorio, pero alli había sol y de pronto se topo con Leónidas y lo miro confundido-Leo…¿Qué esta pasando?- le pregunto con un poco de esfuerzo tratando de aclararse la garganta.

off:

por Cendrillon Sáb Mar 11, 2017 5:15 pm

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El muchacho comprendió que no era el mejor momento para hablar, y decidió que era momento de confiar en Arkadei y simplemente callar. El doctor no tardó en regresar a su lado, y el pelirrojo no pudo hacer más que asentir en cuanto el extraño Auror de traje que los había liberado, les dijo que se encargaría de que regresaran a casa y de que cuando lo hicieran estuvieran seguros.

Fue el doctor quien se llevó la atención del muchacho entonces, pero para ese momento, este estaba demasiado ido para hacer más que simplemente decir que sí a todo desinteresadamente. Arkadei esperaría afuera en la sala, y el hombre que estaba consigo le practicaría un chequeo, mientras él, con su rostro demacrado y una angustia sepulcral miraba a Calisto en la otra cama descansar, con el suero no el brazo y la cabeza suturada.

Se sintió conflictuado respecto a sus sentimientos, pero con todo lo que le inyectaron en el intravenoso, los chequeos y el alimento sólido que por primera vez probaba luego de mucho tiempo antojándosele sumamente pesado, terminó por agotarse y sucumbir ante el sueño. No supo decir bien en qué momento siquiera lo movieron de habitación, pero le bastó con darse cuenta de que Calisto seguía estando a su lado para volver a dormir.

A la mañana siguiente, les habían dicho que pronto estarían de alta y Arkadei le había conseguido ropa nueva, tanto para él como para Calisto. Lo cierto es que nada más percatarse de este gesto, Leónidas se sintió profundamente agradecido con él debido a que su ropa se encontraba en condiciones deplorables, y se sorprendió un poco mientras la husmeaba al notar que era ropa bastante acorde a su estética en general. Vuelta y vuelta a la ropa sentado en la cama mientras apenas se permitía distraerse con eso luego de que el doctor hubiera abandonado la habitación hacía apenas unos instantes, terminó por decidir que era momento de cambiarse y en vista de que su acompañante estaba dormido y él se encontraba solo, fue a cerrar las cortinas para poder vestirse.

Se miró con esa ropa puesta y se sintió extraño. Tanto tiempo usando lo mismo que ahora estaba viejo y destruido, y ahora por primera vez en años verse con ropa nueva se le antojaba extraño. Se distrajo un rato mirándose hasta que la voz de Calisto lo hizo reaccionar.

Leónidas reaccionó de inmediato a sus palabras y lo miró mientras este enseñaba un rostro lleno de confusión, preguntándole qué había sucedido. Todavía sumido en un torbellino de emociones en las que se mezclaban tanto las buenas como las malas, Leónidas no pudo hacer más que sonreír al darse cuenta de que Calisto despertó, mientras sus ojos se tornaban llorosos por su pregunta. No sabía si por todo lo que había sucedido, si por felicidad, pero sí sabía que una de las razones era porque Calisto estaba al fin despierto.

—Estamos en el hospital —dijo finalmente Leo—. No sacaron de ese infierno... vamos a regresar a casa —concluyó, antes de volver a abrir la cortina para que la luz entrara con mayor facilidad.

Se acercó entonces a la cama de Calisto en donde se arrodilló a su lado a pesar de que su cuerpo estaba sumamente dolorido aun y los movimientos en general se le dificultaban. Besó su frente con delicadeza y entonces dejó caer una lágrima.

—Finalmente estamos a salvo, Calisto —terminó por decir mientras sonreía, antes de abrazar un poco el brazo de este puesto que tenía miedo de tocarlo demasiado por su herida.

por Yaiza Mar Mar 14, 2017 3:04 am

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Lo primero que entendió fue que le dijo que habían salido de alli y que estaban en un hospital, que volverían a casa, pero eso termino confundiéndolo mas, como si se hubiera perdido una gran parte de la conversacion o de los hechos. Leonidas se había acercado a el, y no pudo mas que mirarlo con curiosidad por la expresion que ponía, era extraño verlo con tanta luz para el muchacho, se veía diferente, mucho mas nítido, lo cual era llamativo.

Pero sabia que no tena que concentrarse en eso, mas cuando Leónidas beso su frente y comenzó a llorar, lo miro sorprendido, tratando de entender que era eso de que estaban a salvo. -¿Nos sacaron?- pregunto -Pero…como…no entiendo- todo le parecía muy extraño al punto de pensar que estaba soñando -¿Estas herido?-le pregunto preocupado dudando si el mismo lo estaba en realidad.

por Cendrillon Sáb Mar 25, 2017 4:55 am

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Comprendió que Calisto no venía siguiendo sus palabras y no lo culpaba, puesto que él mismo había sido poco eficiente a la hora de explicar la situación. Había hablado de manera incrédula de la posibilidad de que los hubieran sacado de su cautiverio y seguía sin entender del todo la situación.

—No. No tanto. Me estoy recuperando. Tú estás más herido que yo —mencionó Leónidas mientras se separaba un tanto de él y presionaba un poco los labios con pena, le dolía verlo así, aún si trataba de mantener la cabeza enfocada en la alegría de que finalmente estaban de regreso a la realidad—. Fue otro... de nosotros —mencionó, puesto que si bien estaban solos, no podía evitar desconfiar de las paredes—. Logró rastrearnos gracias al incidente del portal y fue a rescatarnos. Te golpearon feamente en la cabeza así que caíste inconsciente antes de que él llegara. Nos sacó, nos trajo al hospital y ahora hablará con nuestros padres... volveremos a reunirnos con ellos —sentenció mientras sonreía, aunque con la cabeza llena de preocupaciones respecto a qué sucedería con su relación con Calisto.

por Yaiza Lun Mar 27, 2017 3:35 am

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Cuando Leónidas dijo que estaba mejor pero que el mismo Calisto estaba peor que el, el chico reconsidero entonces sus palabras, y es que era curioso, dado que el ni siquiera había sido el que había estado mas tiempo en cautiverio. Por otro lado lo miro de nuevo ya las cosas se estaban aclarando mas , aunque lo segundo que le dijo el pelirrojo le pareció extraño.

Tardo lo suyo en entender lo de uno de los suyos, puesto que hasta había olvidado por un momento que eran ellos, pero cuando las cosas volvieron a tener sentido, las cosas parecieron tomar su lugar, si bien también parecieron mas raras, alguien salido de la nada atraido por el los había sacado de alli y llevado al hospital, volverían a ver a sus padres.

-¿Es decir que no nos veremos mas?- le pregunto un tanto triste, aunque arrepintiéndose porque eso sonaba tonto dado todo el panorama general -Aunque bueno, eso…es decir…debes extrañar a tus padres, yo extraño a mama después de todo- le dijo poniéndose un poco rojo, mirando alrededor y viendo ropa alli en su cama. -Tengo que ponerme eso ¿Verdad?- le pregunto aunque no era en realidad algo que necesitara una respuesta.

Se sento en la cama y atrajo las ropas mirándolas, en realidad le parecieron bonitas, no sabia como habían llegado alli pero apreciaba el gesto de quien las dejo.

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